El ministro de Educación porteño, Esteban Bullrich, aseveró que volverá a solicitar que la justicia provea "una herramienta" que permita "identificar" a los alumnos de los colegios tomados, para evitar que permanezcan allí "infiltrados".
La iniciativa retoma el camino anunciado por Mauricio Macri - que la jueza Elena Liberatori declarara inconstitucional - que oportunamente anunció que iba a demandar que la policía confeccione listas de los alumnos que tomen colegios y abona la tesis de Horacio Rodríguez Larreta, quien en el paroxismo de la estupidez, aseguró que los adolescentes que reclaman mayor presupuesto para poder estudiar, no son otra cosa que agentes que responden al presidente Venezolano Hugo Chávez.
Mucho más sensato, el legislador porteño Francisco tito Nenna, le sugirió a Bullrich que "largue el Twitter y arregle las escuelas", ya que, en este caso el único delito "es incumplir con los deberes de funcionario público". Tras lo que añadió: " Bullrich es el responsable de la protesta estudiantil y para solucionar el problema no tiene que pedir herramientas a la Justicia, sino ejecutar el presupuesto como corresponde".
Y cargó contra el jefe de gobierno a quien acusó de vulnerar el derecho social a la educación. "Macri usa el dinero de los vecinos para construir polígonos de tiro de la Policía Metropolitana, pero no edificó ni una sola escuela durante su mandato", puntualizó.
En este marco, convocados por la Coordinadora de Estudiantes Secundarios (Cues), alumnos de los 23 colegios secundarios tomados reclamaron que se arreglen distintos edificios escolares, mayor presupuesto educativo y que el gobierno de la Ciudad cumpla con el programa de becas y viandas. Lo hicieron con una multitudinaria movilización que, el viernes pasado, se dirigió hacia la sede del Ministerio de Educación porteño donde una comisión se reunió con las autoridades educativas.
Más tarde, en una asamblea que celebraron en el Normal 4, decidieron proseguir las medidas de lucha con la modalidad decidida por cada colegio, como tomas o jornadas de defensa de la educación pública, hasta el próximo 6 de septiembre, cuando vence el plazo para que Bullrich presente un nuevo plan de obras.
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La juventud no está perdida. por Rocío Ballón
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